2 becas, 3 carreras y un futuro juntos

De Tarshiha, una aldea en el norte de Israel que ahora resuena con los sonidos del conflicto, emerge una historia de resiliencia y esperanza. El viaje de Hanan Abu Hassan refleja no solo los logros personales, sino también el profundo impacto del apoyo inquebrantable de la familia combinado con la creencia institucional en los estudiantes prometedores.

Nacida en 1996 de padres que entendían el poder de la educación, el viaje académico de Hanan se puso en marcha gracias a su inversión incondicional en su futuro. Su padre, que trabajaba en el movimiento de tierras, y su madre, una asistente de jardín de infantes, priorizaron la educación de sus hijos desde el principio, apoyando plenamente los estudios de pregrado y posgrado de Hanan. Pero esto no significa que haya sido fácil. Hanan recibió dos becas de la Universidad Bar-Ilan que le permitieron enriquecer su trayectoria académica.

El momento en que se enteró de recibir las becas permanece vivo en su memoria. «¡No podía creerlo!» Hanan recuerda: «Inmediatamente compartí la noticia con mi familia, y su alegría y orgullo hicieron que el momento fuera aún más especial».

«Recibir estas becas tuvo un profundo impacto en mi trayectoria académica», reflexiona Hanan. «No solo proporcionaron apoyo financiero adicional, sino que también abrieron oportunidades para establecer contactos y tutoría. Esto me permitió concentrarme aún más intensamente en mis estudios y realizar proyectos de investigación y pasantías que mejoraron significativamente mi experiencia de aprendizaje».

Hanan Abu Hassan

Conocer al donante de su beca resultó ser otro momento crucial. «Fue una experiencia increíblemente emotiva», comparte Hanan, «su apoyo me animó y creyó en mi potencial. Quería demostrar que su inversión valía la pena», explica, «lo que me impulsó a establecer metas más altas y perseguir activamente mis aspiraciones académicas y profesionales».

Con el apoyo de la familia y el respaldo de las becas, Hanan prosperó en la Universidad de Bar-Ilan, pero, de nuevo, nunca fue fácil. «El primer año fue particularmente desafiante», recuerda. «Estaba en un entorno nuevo, lejos de mis padres y amigos, y navegando por un idioma que no era el primero». Sin embargo, estos obstáculos iniciales se convirtieron en meros peldaños en su viaje.

El apoyo combinado permitió a Hanan sumergirse por completo en sus estudios, llevándola de una licenciatura en biotecnología a un programa de maestría, donde realmente floreció su pasión por la investigación. En el laboratorio de la profesora Ronit Sarid, encontró su vocación en la virología, lo que finalmente la llevó a su actual búsqueda de un doctorado.

Durante este viaje académico, la vida personal de Hanan dio un hermoso giro. A través de una conexión familiar, conoció a su pareja, un terapeuta ocupacional que trabajaba en Tarshiha. Su relación ha crecido junto con sus aspiraciones académicas y profesionales, con emocionantes planes para su futuro juntos.

«Lo que hace que esta experiencia sea tan fascinante es cómo se entrelazan nuestros caminos académicos individuales», comparte Hanan. «Mientras yo estoy inmerso en el mundo de la investigación, él está centrado en el desarrollo de su propia carrera. Su perspectiva como terapeuta ocupacional ha sido valiosa para ayudarme a superar los desafíos de una manera más holística, recordándome que debo cuidar mi bienestar mental y físico, especialmente cuando hago malabarismos con intensos períodos de investigación y estudio».

Hanan Abu Hassan

A lo largo de su viaje, Hanan ha experimentado un tremendo crecimiento personal. «Los desafíos a los que me enfrenté, desde adaptarme a un nuevo entorno académico hasta navegar por proyectos de investigación complejos, me enseñaron resiliencia, adaptabilidad y perseverancia», reflexiona. «He aprendido a administrar mi tiempo de manera más efectiva, equilibrando los cursos, la investigación y la vida personal. Trabajar en estrecha colaboración con profesores, compañeros y equipos de investigación me ha ayudado a desarrollar habilidades de comunicación y colaboración más sólidas».

Un momento de especial orgullo se destaca en la memoria de Hanan: su primera presentación en una conferencia académica. «Mientras estaba allí, hablando sobre mi investigación y respondiendo preguntas, sentí una profunda sensación de logro», reflexiona. «El apoyo que recibí de mi familia, mentores y colegas antes de la presentación fue invaluable. Su aliento y comentarios me ayudaron a refinar mis ideas y a desarrollar la confianza para pararme frente a la audiencia». Esa conferencia fue la primera de muchas que siguieron y seguirán.

«Hanan fue estudiante de investigación de maestría y doctorado bajo mi supervisión», comparte la profesora Ronit Sarid, decana de la Escuela de Estudios de Posgrado de BIU. «A lo largo de los años, tuve el privilegio no solo de guiarla, sino también de presenciar su crecimiento hasta convertirse en una investigadora experta, caracterizada por la resiliencia, la dedicación orientada a objetivos y la determinación. Hanan también fue mi primera estudiante de investigación del sector árabe, lo que me brindó una oportunidad única de aprender sobre la vida cotidiana, las tradiciones y las costumbres festivas de esta comunidad. Esta experiencia fue enriquecedora y significativa para mí y para todo el grupo de investigación, donde Hanan se integró sin problemas. Por último, deseo reconocer el apoyo inquebrantable de la familia de Hanan, que fue evidente a lo largo de su trayectoria académica. Su aliento la empoderó para seguir su camino con fuerza y compromiso».

De cara al futuro, Hanan y su pareja tienen planes ambiciosos. «Hemos discutido la posibilidad de ir juntos al extranjero durante un cierto período para avanzar en nuestras carreras académicas», comparte. «Él planea continuar sus estudios de maestría en su campo, mientras que yo haría un posdoctorado. La idea de vivir este nuevo capítulo juntos, tanto académica como personalmente, es emocionante para nosotros».

Para los estudiantes que están considerando solicitar becas, el mensaje de Hanan es claro y alentador: «¡Quiero animar a cualquier estudiante que esté dudando en solicitar becas a que dé el salto y lo haga! Las becas pueden aliviar significativamente la carga financiera de la educación y abrir las puertas a oportunidades que quizás no hayas considerado».

La historia de Hanan es un testimonio del poder del apoyo familiar, la creencia institucional en los estudiantes, pero sobre todo, la determinación personal.