La startup israelí que está rompiendo las defensas del cerebro

Cada año, miles de mujeres con cáncer de mama avanzado se enfrentan a un diagnóstico devastador: metástasis cerebrales. Para la mayoría, los tratamientos que funcionaron fuera del cerebro ya no pueden ayudar, no porque la enfermedad haya cambiado, sino porque los medicamentos no pueden alcanzar su objetivo. La barrera hematoencefálica se interpone en el camino.

Nanocarry, una startup de biotecnología nacida en la Universidad Bar-Ilan, está cambiando eso.

Del descubrimiento académico al potencial para salvar vidas

Nanocarry se fundó para resolver uno de los problemas más urgentes de la medicina: cómo administrar medicamentos biológicos poderosos, como anticuerpos, al cerebro. La compañía surgió de la investigación de la profesora Rachela Popovtzer, líder mundial en nanomedicina en la Facultad de Ingeniería de BIU. Trabajando en estrecha colaboración con ella en el laboratorio estaba la Dra. Oshra Betzer, quien realizó su investigación doctoral y postdoctoral bajo la dirección del Prof. Popovtzer y desempeñó un papel clave en el desarrollo inicial de la tecnología.

Para guiar a la empresa a través del complejo camino de la traducción clínica, Nanocarry incorporó al Dr. Revital Mandil-Levin, un experimentado ejecutivo de biotecnología con amplia experiencia en la industria farmacéutica. Juntos, los tres cofundaron Nanocarry para llevar esta ciencia a los pacientes, y la startup se convirtió en la primera escisión de UnBox Ventures, el estudio de innovación y puesta en marcha de BIU.

Una plataforma que abre la puerta trasera del cerebro

La innovación de Nanocarry es su plataforma AxS, un sistema patentado de administración de nanopartículas que puede transportar medicamentos biológicos de manera segura a través de la barrera hematoencefálica. En su núcleo hay una nanopartícula de oro diseñada para hacer dos cosas a la vez: unirse a un anticuerpo terapéutico en un lado y engancharse con insulina en el otro.

La insulina es una de las pocas moléculas que el cerebro permite entrar. Al unirse a la insulina y viajar a través de las vías receptoras naturales, la nanopartícula actúa como un caballo de Troya, colando medicamentos que salvan vidas a través de la barrera para llegar a tumores que antes estaban fuera de su alcance.

Los estudios preclínicos han demostrado que la plataforma AxS puede administrar hasta 30 veces más anticuerpos terapéuticos al cerebro que los métodos estándar. Es un gran salto adelante en un campo que ha estado bloqueado, literalmente, durante décadas.

Primer objetivo: metástasis cerebrales del cáncer de mama HER2+

El producto principal de Nanocarry, AxS-007, está diseñado para tratar metástasis cerebrales de cáncer de mama HER2 positivo. Si bien las terapias dirigidas a HER2 como Herceptin son efectivas en el cuerpo, luchan por llegar a los tumores cerebrales debido a su tamaño y la impermeabilidad de la BBB. La tecnología de Nanocarry está diseñada para cambiar eso, haciendo que las terapias existentes funcionen donde más se necesitan.

Los primeros datos son prometedores: los estudios en animales muestran no solo una alta penetración en los tumores cerebrales, sino también una inhibición significativa del crecimiento tumoral. El momento en que el equipo vio por primera vez que el tratamiento alcanzaba su objetivo en el cerebro fue, en sus palabras, inolvidable.

Respaldado por Vision, Science y Bar-Ilan

Nanocarry cuenta con el apoyo de un sólido ecosistema de socios académicos, gubernamentales y de riesgo. Recibió una inversión temprana de NFX, Sapir Venture Partners, la Autoridad de Innovación de Israel y UnBox Ventures, que sigue participando activamente en el crecimiento de la empresa.

La startup también fue seleccionada por el Laboratorio de Caracterización de Nanotecnología (NCL) del Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU., una prestigiosa designación que brinda a las empresas prometedoras de nanomedicina acceso a pruebas preclínicas de primer nivel. Este hito acerca a Nanocarry un paso más a la clínica, con los primeros ensayos en humanos en el horizonte.

Un tipo diferente de historia

El éxito de Nanocarry se basa en la excelencia científica, el liderazgo audaz y el compromiso de resolver problemas con los que otros han luchado durante décadas. Si bien la compañía no se define por el género de su liderazgo, el hecho de que tres mujeres cofundaron y ahora lideran una de las nuevas empresas de biotecnología más prometedoras de Israel es digno de mención, y parte de un cambio más amplio en el panorama de la innovación.

Con sus raíces en BIU, sus ojos puestos en los ensayos clínicos y su corazón puesto en ayudar a los pacientes sin otras opciones, Nanocarry es más que un avance médico. Es una historia de posibilidades.