En un notable hallazgo arqueológico, los investigadores han descubierto una pequeña pieza de tela teñida de rojo en el desierto de Judea, proporcionando la evidencia más antigua conocida de la coloración escarlata mencionada en la Biblia. Este fragmento de 3.800 años de antigüedad, que mide menos de 2 cm, fue descubierto en la Cueva de las Calaveras y ha arrojado nueva luz sobre las antiguas técnicas de teñido y las redes comerciales.
Se descubrió que el textil, que data de la Edad del Bronce Medio (1767-1954 a.C.), estaba teñido con coscoja, un insecto de escamas que vive en los robles. Se cree que este insecto es la fuente del color del «gusano escarlata» mencionado 25 veces en la Biblia, a menudo junto con los prestigiosos tonos de azul (Tekhelet) y púrpura (Argaman).
El Dr. Naama Sukenik, de la Autoridad de Antigüedades de Israel, quien dirigió la investigación, explicó la importancia del hallazgo: «Este raro textil cierra la brecha entre las fuentes escritas y los descubrimientos arqueológicos, proporcionando evidencia de que la antigua industria del teñido textil ya estaba lo suficientemente establecida para el teñido con animales en esta etapa temprana».
El proceso de teñido con kermés era laborioso y urgente. Los insectos solo se podían cosechar durante un breve período de un mes en verano, lo que hacía que el tinte resultante fuera muy apreciado y costoso. Este descubrimiento no solo confirma los relatos bíblicos de la importancia del escarlata, sino que también sugiere la existencia de una sociedad de élite y extensas redes comerciales hace casi cuatro milenios.
Curiosamente, mientras que los hilos de trama de lana del textil se teñían de rojo, los hilos de urdimbre de lino permanecían sin color, mostrando las sofisticadas técnicas de tejido de la época. Los métodos analíticos avanzados, incluida la cromatografía líquida de alta resolución (HPLC), permitieron a los investigadores identificar la especie exacta de insecto escamoso utilizado: Kermes vermilio.
Esta investigación innovadora, una colaboración entre la Autoridad de Antigüedades de Israel, la Universidad Bar-Ilan y la Universidad Hebrea de Jerusalén, ofrece una conexión tangible con el pasado bíblico. Como señala el profesor Zohar Amar de la Universidad de Bar-Ilan, «la asociación bíblica de este color con una criatura viviente demuestra un impresionante conocimiento zoológico».
El descubrimiento de este antiguo hilo escarlata no solo ilumina las capacidades tecnológicas de nuestros antepasados, sino que también teje una conexión vibrante entre la evidencia arqueológica y los textos históricos, coloreando nuestra comprensión del mundo antiguo.