Los organismos encargados de hacer cumplir la ley ya se enfrentan a muchas sustancias psicoactivas, pero constantemente se desarrollan nuevas drogas y se distribuyen rápidamente en todo el mundo. Estas nuevas sustancias suelen ser difíciles de identificar y es posible que aún no se incluyan en las listas de drogas ilegales de varios países. La creciente variedad de drogas peligrosas desafía los sistemas de vigilancia y alerta.
El profesor Hanoch Senderowitz, del Departamento de Química de la Universidad de Bar-Ilan, forma parte de un consorcio que desarrolla una plataforma forense para identificar eficazmente sustancias durante las investigaciones mediante la caracterización de sus propiedades físicas. Esta propuesta obtuvo una subvención de la UE para luchar contra la delincuencia y el terrorismo.
El modelo se basa en la comprensión de que el desafío actual no es solo encontrar sustancias peligrosas durante una investigación, sino identificar una sustancia determinada como ilegal, especialmente cuando se trata de un nuevo tipo de droga.
Las herramientas analíticas existentes han actualizado las «bibliotecas» para la identificación rápida de drogas peligrosas, pero este enfoque tiene varios problemas principales. Las bibliotecas de sustancias no se actualizan periódicamente. Los dispositivos luchan con el «efecto matriz»: las sustancias no objetivo mezcladas con el ingrediente activo confunden el sistema. Los nuevos medicamentos se distribuyen y venden en pequeñas dosis, lo que los hace difíciles de detectar e identificar. Los métodos estándar de análisis forense ya no son eficaces para identificar estas drogas peligrosas o sus metabolitos debido a la falta de información sobre la estructura química de la droga y a la ausencia de materiales de referencia conocidos.
La plataforma del consorcio ofrece una solución a estos problemas. Las muestras pueden examinarse utilizando diversos métodos analíticos para obtener su espectro. Cada muestra tiene un espectro único, que actúa como su «huella dactilar». Para sustancias aisladas y conocidas, existen bibliotecas de espectros. El desafío surge con muestras que contienen mezclas de sustancias conocidas y nuevas, y mezclas de sustancias con fluidos corporales.
La idea del consorcio es utilizar modelos de aprendizaje automático. Los investigadores presentarán a la computadora una serie de espectros de sustancias conocidas en varias formas: aisladas, en soluciones y mezcladas con diferentes fluidos corporales. Lo entrenarán para identificar sustancias psicoactivas dentro del trastorno.
La nueva plataforma, denominada NARCOSIS (Non-tArgeted foRensic multidisCiplinary platfOrm for inveStigatIon of drug-related fatalitieS), es multidisciplinar, está actualizada y está abierta a futuras actualizaciones. Sus principales características incluyen herramientas de identificación para su uso en escenas del crimen y en laboratorios, una base de datos de espectros de sustancias que puede compartirse entre organizaciones, herramientas basadas en IA para la gestión del espectro y la implementación de herramientas de aprendizaje automático para ayudar al Sistema de Alerta Temprana de la UE a identificar rápidamente nuevas drogas peligrosas y responder en consecuencia.